Como premio a la nefasta gestión de Rodrigo Rato
al frente de Bankia, Telefónica lo nombra miembro de los consejos
asesores de la compañía en Latinoamérica y Europa. Para entendernos, un
dineral por hacer más bien poco, lo que avala la tesis de que en este
país a algunos les resulta todavía más rentable ser exmandamás que
gobernante en activo. Poco importa que Rato se encuentre imputado por
supuestos delitos relacionados con el hundimiento de Bankia. Ni que
recientemente fuese nombrado por la revista Bloomberg Business Week uno
de los cinco peores directivos del mundo. El gran pastel de los
magníficamente remunerados puestos de potentes empresas como Telefónica
se lo comen siempre los mismos. O bien por ser amiguete del presidente,
del de la entidad mercantil o del Gobierno, o como pago por los
servicios prestados, pues no olvidemos que fue Rato quien privatizó
Telefónica en su época de ministro de Economía con Aznar.
¿Es posible que no tengan ni un mínimo de
vergüenza para reparar en que en España son casi seis los millones de
parados por culpa, en buena parte, de gestiones como la de Rato? Es uno
de los grandes responsables de que nuestro país se esté hipotecando de
una forma temeraria. Esperemos que sus consejos no hagan tambalearse al
grupo que preside Cesar Alierta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario