Rouco pide a los voluntarios que recen para que no haga 'demasiado calor'


Antonio María Rouco Varela está muy preocupado. No, no es la hambruna en el Cuerno de África lo que quita el sueño, sino el hecho de que Benedicto XVI vea a sus fieles abochornados y sudorosos durante su visita a Madrid. Y se entiende perfectamente, faltaría más. El Papa no viene cada día y, ya que se decide a hacerlo, no es plan que recuerde este país como un sitio caliente (ya sabemos que los cristianos tienen una extraña manía a todo lo relacionado con la calentura). Afortunadamente, el arzobispo ya ha encontrado una solución, y por supuesto no es instalar aire acondicionado (la Iglesia también le tiene una extraña manía a todo lo que huela a tecnología). La solución es, como ya habréis adivinado (más que nada porque lo pone arriba), rezar.

Lo que son las cosas, resulta que un creyente con las oraciones adecuadas es como Tormenta de los X-Men, controla el clima a su antojo. Es una lástima que no sean conscientes de su poder, porque podrían, por ejemplo, hacer llover cuando se convocara una manifestación del día del orgullo gay. O podrían provocar tormentas en el estrecho de Gibraltar para que no llegara ninguna patera llena de infieles. Tanto preocuparnos por lo del cambio climático, y a lo mejor resulta que al final sólo eran cristianos rezando el padrenuestro.

Las reacciones a la petición de Rouco no se han hecho esperar. Dan Brown ya ha anunciado que su próxima novela girará alrededor de una conspiración de la Iglesia para cambiar el clima con sus plegarias y así echar a todos los hombres del tiempo de las televisiones, y... y ya está, no ha habido más reacciones, porque la verdad es que la frase es una señora gilipollez. En serio, señor Rouco, cómprese un ventilador. A lo mejor, si le toca un poco el aire, deja de decir tonterías.

Robado en el jueves.

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