Vivimos un tiempo convulso en el que las personas son individuos aislados y no seres humanos, en una época en que los individuos intercambian información, pero no se comunican.
La era de la información, la sociedad de la comunicación global, el momento en que se confabuló certeramente para disipar el conocimiento y se certificó el fin de la producción de sabiduría.
Estamos conectados “gracias” a la tecnología que entre otras cosas nos ha acercado a la era espacial, pero que no nos permite ver el cosmos. Podemos iluminar las calles y paradójicamente no podemos observar el espectáculo del infinito. Las generaciones que nos precedieron, evolucionaron con una consciencia fehaciente del cosmos. Cada noche cuando el sol se ocultaba por el horizonte, las estrellas iluminaban su imaginación y sembraban de curiosidad sus corazones.
Los medios que nos “desinforman” meticulosamente, están controlados por pocas......
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1 comentario:
cha cha cha chan!!
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